Un mundo tan visual y deslumbrante hacia lo externo, poco espacio y tiempo queda para acordarnos del universo interno.
Juan y Yo, la eterna lucha entre el bien y el mal, la luz y la oscuridad enfrentados, co-habitando en los vericuetos del Yo.
Planeadas las respuestas, respondemos totalmente lo contrario; planeada la coreografía, la actuación es lo contrario.
¿Cuál de mí es yo? Son súbitos cambios de temperamento?
Es como si él tomara posesión de un certero golpe, sorpresiva e inesperadamente de este o de aquellos....
Juan y Yo es la búsqueda de las almas que cohabitan escondidas y agazapadas la mayor parte del tiempo en algún oscuro rincón interior.
Bichos familiares que saltan de sus escondites en los momentos menos pensados; luchas internas que se tornan esquizofrénicas .
Es la lucha por cohabitar un mundo que ignoramos o que poco conocemos en clara desventaja ante la seducción de lo exterior y tangible, que con bombos y platillos narcotizan lo que pasa en el “Súper Yo”.
Al final, es la tensa calma que se torna en tormentosa intolerancia, en agridulces e inesperados encuentros de máscaras entre Juan y Yo.
En eternas disputas entre barquero y tripulante, Yo caído en despojos, Juan tal vez se apiade y recoja los pedazos......
Yo, convertido a la fuerza en mi verdugo, Juan víctima inocente de algún Yo calculador y frío...
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